Desde 2018, con la implementación de la Gestión Integral de Residuos Municipales, Guaymallén viene trabajando sin pausa con el objetivo de mejorar el ambiente y la calidad de vida de todos los vecinos. Entre los innumerables beneficios que esta tarea reviste, el más importante es la posibilidad de dignificar el trabajo y las condiciones de los recuperadores urbanos, quienes llevan adelante una invaluable tarea en el Centro Verde departamental.
Alrededor de 50 personas han podido formalizar su trabajo dentro del Plan de Reciclaje Inclusivo, y fortalecer su rol como primer eslabón en la cadena de reciclaje. A través de ventas cooperativas, cumplimiento de horarios, ropa de trabajo, elementos de protección, bancarización de sus sueldos, aportes, capacitaciones y acompañamiento laboral, ven dignificada su tarea y valoran su aporte en la protección del ambiente.
Un cambio sustancial
Para los recuperadores urbanos, el impulso que se les brinda como agentes de cambio ha impactado considerablemente en sus vidas, tal como lo manifiestan a continuación los integrantes de la Cooperativa de trabajo Grilli.
“En lo personal, el Plan de Reciclaje Inclusivo me cambió mucho, mejoró mi calidad de vida y las condiciones en las que hoy estamos trabajando. Tenemos obra social, un sueldo digno para poder llegar a fin de mes, me siento más visibilizado y más valorado por la sociedad. Estoy muy agradecido al Municipio por el acompañamiento que nos brinda. Saber que estamos creciendo como personas y que también le hacemos un bien al medio ambiente, eso nos llena de alegría. Estoy muy feliz de formar parte de este plan que sigue creciendo”, afirmó Diego Sosa.
Por su parte, Estefanía González, también compartió su experiencia: “Antes trabajaba en un basural, al igual que muchos de mis compañeros. Éramos discriminados porque andábamos mal vestidos, todos sucios, hurgando la basura. Muchos vecinos tenían desconfianza hacia nosotros. Con la cooperativa hemos tenido cambios, como la aceptación de la sociedad, la dignificación de nuestro trabajo, nosotros entendimos el significado y la importancia de reciclar, el impacto que generamos en el medio ambiente. Ese cambio también ha modificado la vida de cada uno de nuestros hijos porque ahora nos ven de otra manera, entienden el significado del trabajo que hacemos, ven que es un trabajo como cualquier otro y no reciben burlas en las escuelas. Ha sido un gran impacto en general para todos los compañeros que conformamos la cooperativa. Y lo más valioso es lo que significa ser un recuperador urbano en sí, la importancia que tiene esa palabra”.
Por último, María Olmos, presidenta de la cooperativa, coincidió: “Hoy en día trabajamos en condiciones dignas, con medidas de seguridad, cuidados. Siento que somos más tenidos en cuenta, la gente nos ayuda y nos mira de otra manera. Ya no tenemos que estar revolviendo la basura. Creo que fue un gran cambio y pienso seguir porque creo que no hay otra manera de trabajar que organizados, para poder salir todos juntos adelante y que no haya más gente en los basurales y en las calles. Nuestro trabajo va avanzando en el tiempo, es un viaje de ida, una vez que una persona empieza a reciclar y va tomando conciencia de que el trabajo de los cartoneros no es solamente trabajar en la mugre, va cambiando todo”.