Para hablar de la formación de Guaymallén como departamento, hay que remontarse a 1561, año en el que el capitán español Pedro del Castillo fundó la provincia de Mendoza. Para que este hecho fuera posible, tuvo que acordar con el cacique huarpe Hernando Goaymaye, dado que los Huarpes eran pobladores de lo que se conoce como Área Fundacional. Por aquel entonces, y en lo que hoy son los distritos de Pedro Molina y San José, se encontraba la mayor población de origen Huarpe de la región.
Los fundadores establecieron un casco fundacional de cinco manzanas por cinco manzanas, área que abarcaba el noroeste del distrito de Pedro Molina.
La génesis del departamento como una zona de características agrícolas y productivas encuentra su correlato en el significado de su nombre: en lengua huarpe, Guay-mayén significa «tierra de ciénagas, vegas o bañados».
Desde la fundación de Mendoza hasta la creación del Virreinato del Río de La Plata, en 1776, Guaymallén perteneció como suburbio a la Ciudad de Mendoza, dependiendo de la Capitanía General de Chile y del Virreinato del Perú. Para la segunda mitad del siglo XVIII ya eran distinguibles los distritos de San José y Dorrego, aunque sin sus nombres actuales. Para el año 1764, Mendoza ya contaba con su primer hospital, llamado «de los Betlehemitas”, ubicado en San José.
La fundación
El crecimiento poblacional de Mendoza en núcleos claramente definidos por regadíos requirió de una organización administrativa independiente de la Ciudad de Mendoza. Así fue como el 14 de mayo de 1858, durante el gobierno de Cornelio Moyano, se firmó el decreto que dice: “El territorio de San José se llamará en lo sucesivo Departamento de Guaymallén y tendrá por cabecera aquel barrio, bajo la denominación de Villa de Guaymallén”.
El mapa departamental terminaría de configurarse con dos hechos fundamentales: la creación del Departamento de Campaña de Guaymallén, que tenía su cabecera en San José y que estaba subdividido en tres distritos; y la Nueva Villa, creada a la vera del Carril Nacional Bandera de Los Andes. Esta última cobró fuerza como polo social, cultural y comercial, y se convirtió en sede del Ejecutivo Comunal de Guaymallén en 1895, bajo el nombre «Nueva Villa de Guaymallén».
Con la llegada del siglo XX, el departamento afianzó su posición en cuanto a nexo clave hacia la capital nacional. Así, se fueron estableciendo ciudades-postas como Rodeo de la Cruz, Kilómetro 8 y Kilómetro 11. Para la década de 1940, comenzó la construcción de la llamada Avenida de Acceso Este.
La explosión comercial de la industria vitivinícola tuvo en Guaymallén uno de sus pilares. La gran ventaja que presentaba el departamento respecto a otros era la cercanía con la Ciudad de Mendoza, que lo configuró como área residencial y de servicios; pero también entre los viñedos y las bodegas. Desde entonces su zona productiva es considerada una de las más importantes de la región. Por su parte, la llegada del ferrocarril logró su expansión, ya que con el apoyo estatal el vino llegó más rápido a los centros consumidores, como Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Tucumán.
En la segunda mitad del siglo XX, el departamento incrementó sensiblemente su población, siendo uno de los mayor crecimiento en términos demográficos según los últimos censos.
Guaymallén hoy
El departamento más poblado de la provincia presenta toda la complejidad de un territorio con características residenciales urbanas, semirurales y agrícolas. Tiene 21 distritos: Belgrano, Buena Nueva, Capilla del Rosario, Colonia Molina, Colonia Segovia, Dorrego, El Bermejo, El Sauce, Jesús Nazareno, Kilómetro 8, Kilómetro 11, Las Cañas, Los Corralitos, La Primavera, Nueva Ciudad, Pedro Molina, Puente de Hierro, Rodeo de la Cruz, San Francisco del Monte, San José y Villa Nueva.
Además, hay rutas nacionales que atraviesan y conectan el entramado vial de Guaymallén. Se trata del Acceso Sur (Ruta Nacional 40), que lo vincula con el sur provincia y la patagonia; del Acceso Este (Ruta Nacional 7), que lo cruza de este a oeste y es la principal vía de acceso a la Ciudad de Mendoza y de egreso hacia Buenos Aires; y el Acceso Norte, que lo vincula con San Juan y el norte del país.
Su ubicación privilegiada, dentro del núcleo urbano, ha posibilitado el desarrollo de industrias de las más diversas especialidades; así como también actividades ligadas a la construcción, el transporte, la agroindustria, la vitivinicultura y la metalmecánica, entre otras. A esto se suma que, en la década del noventa, desembarcaron grandes cadenas de hipermercados para proveer al área metropolitana de Mendoza, dos modernos shoppings y también hoteles. Por lo tanto, cuenta con una diversa trama comercial y oferta de servicios.
Es sede de más de 15 establecimientos elaboradores de espumantes, con una producción de 10 millones de botellas al año. Además, es líder en la Región Cuyana y forma parte del segundo cinturón verde del país en la producción de verduras y hortalizas. El camote, producto ícono departamental, ha sido certificado como uno de los de mejor calidad en Argentina y el mundo, destacándose por su consistencia, sabor y cremosidad. Los cultivos hidropónicos y aeropónicos resaltan en su territorio, conformando una oferta única y diversa en lo referido a verduras gourmet.
Representa el 30% de la floricultura provincial, siendo las principales especies: claveles, montoneras, crisantemos y astromelias.
Cuenta con alrededor de 800 hectáreas de olivos cultivadas, produciendo 3.240.000 kg de aceitunas y 450.000 kg de aceite de oliva anuales.
Capital del Espumante
El primer espumante de la Argentina fue elaborado en 1902 en el departamento, precisamente, en la actual bodega Santa Ana y gracias al espíritu creativo del inmigrante alemán Carlos Kalles, fundador del establecimiento.
Alguien muy importante para la historia de Guaymallén y el Espumante fue Luis Tirasso, sin embargo, esto no se dio directamente desde Mendoza, de hecho, el inmigrante italiano no se acopla a esta historia hasta 1908, cuando se convirtió en socio de Kalles.
De hecho, la familia Tirasso permaneció largos años en Buenos Aires –“contrariamente a lo que ha señalado la bibliografía”- y Luis Tirasso, no llegó a Mendoza para fundar la Bodega Santa Ana en 1891, al contrario, se mantuvo en la Capital Federal para atender sus negocios.
Según el libro de Pablo Lacoste, Guaymallén y el Origen del Espumante Argentino, el éxito comercial de Tirasso en Buenos Aires hizo que Kalles firmara una sociedad con el inmigrante italiano para comercializar los vinos en la Capital del País, Uruguay, Brasil y Paraguay. Luego, en 1910, Tirasso compró las acciones Kalles y se hizo cargo de la dirección de la Bodega Santa Ana.
En el año 2014, Guaymallén fue declarado Capital del Vino Espumante. Considerando la potencialidad del departamento y los atributos expuestos previamente, surgió “Burbujas y Sabores” como un impulso para el sector productivo local. La primera edición se realizó en diciembre de 2016, con la participación de las principales bodegas productoras de vino espumante del departamento y otros establecimientos importantes de la provincia. Así se abrió paso hacia un tipo de turismo que aún no había desembarcado: el enoturismo.
El público respondió sumándose en forma masiva y su éxito fue el disparador de otros eventos, que se incorporaron en la agenda cultural para dar impulso a los sectores vitivinícola, gastronómico y turístico. Entre ellos, Paseo de las Burbujas y Sabores del Mundo, con epicentro en el Boulevard Dorrego; y Paseo Sinfónico y Con Magia en las Manos, ambos en el Parque Unimev.